Ser arbóreo con el don de la lengua.
Como no puede moverse del sitio en el que está plantado, se aburre mogollón, así que siempre está esperando ansiosamente la llegada de alguien con quien conversar.
Una leyenda urbana afirma que su charla puede hacer explotar las cabezas de quienes la oigan.

Puede resucitar de sus cenizas en forma de pollito desplumado indefenso.

Los chorabotas son incapaces de resistirse al olor que desprenden ciertos tipos de calzado, así que siempre tratarán de robarlos a la menor ocasión, y encima se burlarán de sus descalzas víctimas. Son rápidos, pero poco sigilosos en sus correrías.
Existen cuatro subespecies de chorabotas conocidas: chorabotas del bosque, chorabotas de las nieves, chorabotas del desierto y chorabotas de las coronillas calvas (este último es muy poco común).

Descripción próximamente. :P

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Como los humanos, pero más bajitos y con más barba.
Suelen vivir en las zonas de montaña y les gusta trabajar en construir cosas, ya sea forjar armas, esculpir estatuas, levantar edificios, armar gólems o juntar un puzle.
Pese a ser tan pequeñajos, suelen ser muy fuertes, por lo que son peligrosos guerreros.
También les gusta comer, sobre todo porque si no comen se mueren.

Descripción próximamente. :P

Criaturas mecánicas traidas a la vida mediante el uso de antiguos conocimientos olvidados por la mayoría de la gente.
Hay quien dice que, por ser creados de este modo, los gólems no tienen alma, aunque hay quien dice que sí tienen. No se deciden sobre todo porque nadie explicó qué cosa era el alma esa.
Las cacerolas protestaban diciendo que si los gólem puede salir en el bestiario, también ellas deberían.
Por protestar no salieron.

Monstruo guardián del Hacha del Murciélago, que habita en la Cueva de la Calamidad Oscura y que solo puede ser derrotado tras serle cortadas todas sus cabezas.
Al tener tantas cabezas, siempre está sufriendo jaqueca en alguna de ellas, por lo que la mera existencia es para este ser un calvario eterno.
Un extraño acontecimiento ocurrió: una de sus cabezas se enamoró de otra, pero ésta, a su vez, amaba a otra cabeza distinta, dando lugar al único triángulo amoroso conocido entre un solo ser vivo.
Otra de sus cabezas era coja.

Son como unos monos, pero que apenas tienen pelo por el cuerpo. Claro, es que si tuvieran pelo por el cuerpo en vez de humanos serían furries.
Los hay de muchas clases: machos o hembras, jóvenes o viejos, blancos o negros, rubios o morenos, endomorfos o ectomorfos, piratas o ninjas, y panaderos.
Se conocen dos razas bien diferenciadas: humanos normales y políticos.

El macho de este peculiar animal, al llegar la época de celo, utiliza un canto de horrendo sonido, que viene a sonar como "Burulú, burulú", para atraer a la hembra y dar comienzo así a su ritual de cortejo.
Bueno, en realidad no es tan un sonido tan horrendo. Tiene incluso ritmillo.

Mueve el rabo y hace "guau, guau"...
¿Es que nunca has visto un perro?

Piedra viviente que sólo puede comunicarse en forma de verso.
Sabe hacer pareados, quintetos y sonetos (incluso con estrambote).
Aunque están igual de solas que los Árboles Parlanchines, les da más o menos igual y no son tan plastas como ellos.

Pequeñísima clase de poni, que es usada por los enanos como montura, ya que cualquier otra les parece enorme y se caen.

Dócil clase de unicornio domesticable y que suele ser usado como cabalgadura por princesas y mujeres nobles, sobre todo las cursis y repipis.
Le gusta dar lametones.
Sabe a algodón de azúcar.

El wágicon utiliza sus escupitajos como arma: un líquido inoloro, que no es venenoso y se disuelve rápidamente en otros fluidos, pero que si se expone un par de segundos al aire... ¡Booom!
A veces, si un wágicon falla en sus movimientos lingüísticos al atacar, se le puede quedar un poco de saliva pegada en la lengua, con la consecuente explosión de su cabeza en mil pedazos. El resto de wágicons que lo hayan visto entonces van y se ríen.
Mora habitualmente en pantanos, tenderetes y barranquillas.

Extraño herbívoro con la mágica facultad de ser imposible rebautizarlo mediante un nombre sencillo.
Si adoptas a un Würá Wüekiriwûrurú Wükurùrurön, no le podrás poner un nombre como Pepe o Conan por mucho que lo intentes, sólo un nombre largo, extraño y retorcido.
Los afectados de hipopotomonstrosesquipedaliofobia tienen pavor a los Würá Wüekiriwûrurú Wükurùrurönes.